Estos son los pasos básicos (y el orden correcto) de tu rutina facial de belleza

Estos son los pasos básicos (y el orden correcto) de tu rutina facial de belleza


¡Hola, reinas! ¿Estáis listas para lucir una piel de ensueño? Sabemos que encontrar el cuidado facial perfecto puede ser todo un reto, pero no os preocupéis, ¡estamos aquí para ayudaros! En este artículo, os desvelamos los pasos básicos y el orden correcto para lograr una piel radiante y saludable. Desde la limpieza hasta la protección solar, os guiaremos en cada paso para que podáis lucir vuestro mejor rostro. ¡Descubrid cómo transformar vuestro regimen facial y conseguir una piel de diez! Además, os contaremos los secretos para mantener una piel joven y luminosa durante todo el día. ¡No os lo perdáis!

Estos son los pasos básicos (y el orden correcto) de tu rutina facial de belleza

1. La limpieza

La limpieza facial es el primer paso esencial en cualquier rutina de belleza. Mantenerla limpia es esencial para la eficacia de los demás productos que apliques. Además, la limpieza ayuda a eliminar las impurezas, el exceso de sebo y los restos de maquillaje que se acumulan durante el día.

Para una limpieza adecuada, lo ideal es utilizar un limpiador suave y específico para tu tipo. Si tienes la piel grasa, opta por un limpiador gel o espuma que ayude a controlar el exceso de sebo. Si tu condición es de sequedad, opta por un limpiador cremoso que no reseque aún más. Si tienes la piel mixta, puedes utilizar un limpiador en gel o espuma en la zona T (frente, nariz y barbilla) y un limpiador cremoso en las mejillas.

Recuerda también limpiar tu rostro por la noche antes de acostarte, incluso si no te has maquillado. Durante la noche, la piel se regenera y necesita estar libre de impurezas para hacerlo correctamente. Para ello, humedece primero el rostro con agua tibia y masajea suavemente el limpiador en circulares. A continuación, enjuaga bien el limpiador con agua tibia y sécalo suavemente con una toalla limpia.

Si tienes la piel sensible o propensa al acné, evita utilizar limpiadores que contengan alcohol o perfumes, ya que pueden irritar tu piel. En su lugar, opta por limpiadores suaves y específicos para tu tipo de piel.

No olvides tampoco la importancia de la limpieza matutina. Al despertarte, tu piel se ha regenerado durante la noche y necesita estar libre de células muertas y toxinas acumuladas. Una limpieza suave por la mañana te ayudará a preparar tu piel para el resto de productos que apliques durante el día.

2. El contorno

Tras la limpieza facial, llega el momento de cuidar la zona del contorno de ojos, una de las más sensibles y delicadas de nuestro rostro. Para mantenerla hidratada y libre de arrugas, lo ideal es utilizar una crema o gel contorno de ojos específico para nuestras necesidades.

Si sufrimos de ojeras, podemos optar por un contorno con efecto descongestivo que ayude a reducirlas. Si, por el contrario, tenemos patas de gallo, lo mejor será elegir un contorno con efecto lifting que ayude a reducir las arrugas. Si nuestra piel es sensible en el contorno de ojos, lo más recomendable es utilizar un contorno suave y específico para nuestro tipo de piel.

Para aplicar el contorno de ojos, lo ideal es utilizar la yema de los dedos y realizar suaves toques en la zona del contorno, desde el interior del ojo hacia el exterior. No debemos frotar ni presionar demasiado, ya que podríamos dañar esta zona tan delicada. Además, podemos dejar el contorno de ojos en la nevera unos minutos antes de aplicarlo para potenciar su efecto descongestionante y refrescante.

Recuerda aplicar el contorno de ojos tanto por la mañana como por la noche, después de la limpieza. De esta forma, ayudarás a mantener la hidratación y elasticidad de la zona del contorno de ojos durante todo el día. ¡Verás cómo tu mirada luce más radiante y descansada!

3. El serum

Después de la limpieza y el contorno de ojos, llega el momento de aplicar el serum, un producto estrella en cualquier rutina facial de belleza. Se trata de una fórmula ligera y altamente concentrada en activos que penetra rápidamente en la piel para aportar hidratación, nutrición y protección.

Para elegir el serum perfecto para ti, debes tener en cuenta tus necesidades específicas. Si tienes la piel seca, opta por un serum hidratante que contenga ingredientes como ácido hialurónico o glicerina. Si tienes tendencia grasa, opta por un serum matificante que regule el exceso de sebo y aporte luminosidad. Si tienes la piel madura, busca un serum reafirmante que contenga péptidos o vitamina C para estimular la producción de colágeno y elastina.

Para aplicar el serum, pon una cantidad del tamaño de un guisante en la palma de tu mano y caliéntalo ligeramente entre los dedos. A continuación, presiona suavemente el producto en la piel, empezando por el área de los ojos y siguiendo hacia el resto del rostro. No olvides el cuello y el escote. Deja que el serum se absorba durante unos minutos antes de aplicar el resto de productos de tu rutina.

Si estás buscando un serum hidratante, te recomendamos probar el Hyaluronic Acid 2% + B5 de The Ordinary. Si prefieres un serum matificante, el Mattifying Fluid de Caudalie es una excelente opción. Y si quieres un serum reafirmante, el Advanced Night Repair de Estée Lauder es un clásico que nunca falla.

4. El tratamiento específico

Tras la aplicación del serum, es el momento de pasar al cuidado específico para tu piel. Este paso es esencial para mantenerla sana y radiante, ya que permite tratar de forma personalizada las necesidades de tu piel.

Si tienes la piel con acné, puedes optar por un producto con peróxido de benzoilo o ácido salicílico, como el Acne Free Terminator 10, que ayuda a reducir las imperfecciones y prevenir la formación de nuevos granos. Si tienes la piel deshidratada, elige una fórmula hidratante con ingredientes como ácido hialurónico o glicerina, como el Hydra B5 de La Roche-Posay, que ayuda a retener la humedad en la piel.

Si tu cutis es maduro, puedes utilizar un producto con retinol o vitamina C, como el Retinol 0.3% de The Ordinary, que estimula la producción de colágeno y reduce la aparición de arrugas y líneas de expresión. Si tienes la piel con manchas, elige un tratamiento con ácido kójico o arbutina, como el Advanced Pigment Corrector de SkinCeuticals, que ayuda a reducir la hiperpigmentación y aclarar el tono de la piel.

Recuerda aplicar el cuidado específico después del serum y antes de la crema hidratante. Si tienes alguna duda sobre qué producto es el mejor para tu piel, no dudes en consultar a un dermatólogo o a un profesional de la belleza. Y ahora, pasemos al último paso de tu rutina facial: la protección solar.

5. Protección solar

Después de limpiar, aplicar el contorno de ojos, el serum y el tratamiento específico, llega el momento de proteger tu piel del sol. La protección solar es un paso esencial en tu rutina facial de belleza, ya que ayuda a prevenir daños en la piel, como arrugas, manchas y cáncer de piel.

Para proteger tu piel del sol, debes usar un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30. El protector solar debe aplicarse 15-30 minutos antes de la exposición al sol y debe reaplicarse cada dos horas o después de nadar o sudar. Además, debes buscar un protector solar que sea adecuado para tu tipo de piel. Si tiendes a la grasa, opta por un protector solar en gel o spray que no obstruya los poros. Si tienes la piel seca, busca un protector solar hidratante. Si tienes la piel sensible, busca un protector solar mineral que no contenga químicos irritantes.

La protección solar no solo es importante en verano, sino también en invierno y en días nublados. La luz ultravioleta (UV) del sol puede penetrar en la piel incluso en días nublados, por lo que debes proteger tu piel todo el año. Además, la protección solar puede ayudar a prevenir la decoloración de la piel y a mantener un tono uniforme.

Algunas opciones populares de protectores solares incluyen el Anthelios Ultra Light Fluid SPF 50+ de La Roche-Posay, que es ligero y no deja residuo blanco, y el UV Clear Broad Spectrum SPF 46 de EltaMD, que es ideal para pieles sensibles y propensas al acné.

No subestimes el poder de la protección solar en tu rutina facial de belleza. No solo te ayudará a mantener tu piel sana y radiante, sino que también te protegerá de daños a largo plazo. ¡Incluye la protección solar en tu rutina diaria y verás los resultados!